Hoy en día resulta de lo más habitual y por
efecto de la globalización, que productos pensados a priori para el publico de
una clase económica y social determinada aumenten o devalúen su valor para
alcanzar un target mucho más amplio y por lo tanto enriquecer un poco más a sus
creadores. El difunto señor Jobs es un buen ejemplo de "integración social" a
través del producto y de como esta deforma la percepción de las clases. Digamos
que se necesita un estudio de mercado muy profundo para conseguir que tanto el
jefe de mi jefe como la pescadera de mi barrio tengan una cuenta en el appstore y
hayan dado previo aviso su número de cuenta.
En esta dinámica en la que el consumo es tan
exacerbado que hasta los ricos quieren hacer lo que hacen los pobres y no sólo
vicerversa, las grandes compañías y creativos agudizan su ingenio para acercar a
los compradores a nuevos mercados, en ocasiones encareciendo precios y otras
abaratándolos. Véase el ejemplo del gigante Hannes & Mauritz y sus
reiteradas colaboraciones de cuestionable calidad con diseñadores de alto
copete.
En esta especie de mutaciones del mercado que
pretenden adaptarse a una nueva generación de consumidores, de vez en cuando
aparecen conceptos que por su espíritu y sostenibilidad se merecen todo un
respeto. En estos días de alarmismo ecológico donde el fin del mundo parece estar
a la vuelta de la esquina pero se siguen explotando ilegalmente minas de Coltan
para alimentar los chips de nuestras cafeteras (incongruencias de la vida)
existe cierto retorno a lo natural, al amor por el verde.
Siguiendo esta idea aparecen propuestas que funden
lo exuberante del lujo, con lo sencillo y plácido de la inmersión en lo natural. Es este caso la propuesta de Eco pod nos sumerge en el salvaje verde escocés
gracias a sus especiales domos o "pods" y, siempre, a través de lo exquisito y
la perfecta fusión entre lo primitivo y contemporáneo. Llámale glamping,
eco-glamping, o simplemente vacaciones...sea como sea estos escoceses replantean
el estigamtizado concepto camping sacándolo de lo vulgar para hacerlo exclusivo, único y sobretodo respetuoso con el medioambiente. Si ir
a ver a tu tía a su parcela de la playa te da pereza y te apetece ser un poco
pretencioso, ves reservándote unos días en estos magníficos pods aunque luego,
no te aseguro que quieras volver a casa.
www.domesweetdome.co.uk/